Después de todo este tiempo, el Sol nunca le ha dicho a la Tierra: estás en deuda conmigo.
Estoy abierto a damiselas predispuestas a experimentar (no se esmeren demasiado, solo me interesa esta) y expreso mi odio, rencor y repugnancia por la ciudadanía de San Sebastián / Donostia puta, extensible al nefario canario, el cabrón de la ex Corona de Aragón…
Pero como no soy dado a hacerme mala sangre, en seguida dirijo mi atención hacia seres de mayor calidad.
He aquí Gustavo y Catalina Cisneros:
Acullá Patton McCuack con sus kiwis:
Las ánades permitieron demostrar que existe el aprendizaje innato o vulgarizando, que nacemos sabiendo.
Este goblin era mi compañera de viaje:
Formulo el deseo de que la población de mi localidad natal y demás carne de Auschwitz sea deportada a Chad. Tal cual tiene el territorio, no notaría la diferencia y sería un alivio para los entes vivos que importamos. También hay lugar para el cariño; simpatizo con castellanoleoneses, cántabros, maliayos, parte de Galicia, cuna de mi novela y cualquier persona que camina entre el eslabón perdido. Sorprende que la ausencia de espíritu no repercuta en la economía, ¿achacable a mamar de la teta europea?, ¿el globo entero anda así?
Sobra gente y propongo matar a quienes siguen fumando, mono-hienas que, con su vómito putrefacto, envenenan a los que intentamos respirar.
MUERTE Y OSCURIDAD
Abrir la caja de Pandora, tal y como están las cosas, parece hasta deseable, ¿dónde puse la llave…? Aun a riesgo de hacerlo me he decidido a plasmar mis impresiones en el presente apartado. Tal vez por mi vida nómada y pese a ser plenamente consciente de la dependencia respecto a otros seres humanos, como paso solo todo mi tiempo libre en los resquicios que quedan de naturaleza, me siento tan parte de la humanidad como de los otros seres vivos, incluso visceral o místicamente puede que más de los segundos. Me resulta asfixiante la pobreza de espíritu y la forma de vida común de los humanos, y prefiero la compañía de una plaga de garrapatas, a unos ciudadanos o pueblerinos actuales, como de hecho he elegido recientemente. No puedo dejar de evocar El jardín de las delicias terrenales, tremendamente adelantado a su tiempo, en cada incursión fuera de la vitalidad y dentro del mundo ¿civilizado?, al que ciertamente veo como un halo de muerte. Esa danza infernal que se traen aquí y allá los humanos caca, la absoluta mayoría, aquellos que jamás podrían considerarse estrictamente personas, es calcada a la del tríptico de El Prado, museo cuyas sobriedad y frialdad extraño últimamente.
El aislamiento ayuda a limpiarse de la porquería reinante, pero tampoco es la panacea universal y te ves envidiando por ejemplo al personaje de Anthony Quinn en La Strada, porque al menos sentía algo. Algo más que odio y desprecio hacia los demás.
A mis ¿congéneres?
Dan igual vuestro aspecto o vuestros modales, porque sois el mal, una morralla enfermiza y vil. No puedo imaginar casi nada mejor que vuestra desaparición. Esos humos, esos ruidos, esos tufos, esos insultos a la estética, esa destrucción de la naturaleza, esas farolas absurdas, ese atolondramiento que es peor todavía cuando median máquinas, esa reproducción cual hormigas o bacterias, dios mío, ¡qué horror! ¿Cómo podéis ser tan hijos de puta?
Yo
La oscuridad se cierne por igual en el interior, dentro del alma y entorno a ella, que por el mundo entero.
El príncipe de las tinieblas Hitler, un humanista enloquecido, un escritor ilegible… y el último gran héroe romántico. Cabe hacer notar que los judíos de la bomba atómica y sus sucesores culturales, nos llevan a la aniquilación mientras que los nazis, por fascistas que fueran, dudosamente lo habrían hecho.
Primera copla a la muerte de su padre
Recuerde el alma dormida,
avive el seso y despierte,
contemplando
como se pasa la vida,
como se viene la muerte
tan callando;
cuan presto se va el placer,
como después de acordado
da dolor,
como, a nuestro parecer,
cualquier tiempo pasado
fue mejor.
Jorge Manrique
Y regresando al arte, quizás las pintadas fractales de Cecily Brown triunfen precisamente por la desintegración generalizada y la visión fragmentaria y patética que tiene la mayor parte de la gente de la realidad.
Está escrito
No[…] arrojéis vuestras perlas a los cerdos…
Mateo
No obstante, al final siempre me salgo (dativo recíproco, ¡me encanta!) por la tangente: Reír no más, hasta reventar, hasta que se cumpla la profecía del fin del mundo, y huevos, muchos huevos (o peras, sin sexismo). ¡Será la idiosincrasia de las personas!
Je suis un révolutionnaire
Bliss it was in that dawn to be alive
But to be young was very heaven.
Woodsworth
Sin embargo, no puedo evitar pensar que la práctica totalidad de la humanidad es como los morlocks de La máquina del tiempo de H. G. Wells, mandamases o esclavos, y que las pocas, poquísimas personas que quedamos sobrevivimos amenazadas y siempre alerta en la superficie.
Si la vida es el bien, sus destructores son el mal
Los que ayer fueron bosques y selvas
de agreste espesura,
donde envueltas en dulce misterio
al rayar el día
flotaban las brumas,
y brotaba la fuente serena
entre flores y musgos oculta,
hoy son áridas lomas que ostentan
deformes y negras
sus hondas cisuras.
Rosalía
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